El nombre del Claro de Calimán procede de una historia del siglo V sobre Calimán, un pastor que solía apacentar a sus animales en este claro y que se dio cuenta de que ya no enfermaban de la enfermedad del pie, conocida en aquella época, pastando aquí.El pastor acudió a los monjes del monasterio de Cozia y les contó que se había curado bañándose en un lago del calvero y que estaba convencido de que este lago tenía poderes divinos, puesto que ya no tenía dolores de espalda y las ovejas también se habían curado. Los monjes comprobaron y encontraron los manantiales curativos alrededor del Monasterio de Cozia.