Construido entre 1911 y 1913 por iniciativa del alcalde Bernády György, el Palacio de la Cultura es uno de los mejores ejemplos del estilo Secesión en Transilvania. Los arquitectos Komor Marcell y Jakab Dezső, que también construyeron el ayuntamiento, lo decoraron con frescos, mosaicos y vidrieras. En su interior se encuentran el vestíbulo, las salas de conciertos y la Sala de los Espejos. Hoy en día alberga la biblioteca provincial, galerías de arte y la filarmónica estatal.