La cueva Bolii es una de las pocas del país que se puede recorrer de un extremo a otro gracias al arroyo que la atraviesa. Además, no se sorprenda por la escena que encontrará en su interior: aunque está atravesada por el arroyo Jupâneasa, la cueva tiene una acústica extraordinaria, por lo que aquí se pueden celebrar conciertos: ¡desde coros hasta conciertos de rock!