El pueblo fue propiedad de los condes de Alţâna en el siglo XIV y se convirtió en una comunidad libre en el siglo XV. En esa época se construyó una iglesia gótica sin torre, que fue fortificada en el mismo periodo. El conjunto ha sobrevivido casi sin cambios hasta hoy. El coro tiene un ábside de 5/8 y una bóveda con penetraciones. La sala tiene un techo plano. Los portales oeste y sur presentan jambas de piedra perfiladas. Hay ventanas ojivales en el coro y galerías de madera en los alas oeste y norte.