La iglesia fortificada de Câlnic (Kelling) fue construida en el siglo XIII por condes nobles y ampliada en un complejo fortificado durante los siglos XIV y XV. Tras ser vendida a la comunidad sajona en 1430, sirvió de refugio durante los ataques otomanos. Actualmente Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es conocido por su torre del homenaje, sus murallas defensivas y la torre de la puerta, un importante hito histórico de Transilvania.