La iglesia de San Bartolomé de Brașov (Kronstadt) data de la primera mitad del siglo XIII y es la construcción más antigua de la ciudad. Originalmente románica, recibió influencias góticas tempranas de los cistercienses tras la invasión mongola. Con su alta torre, define el barrio de Bartholomeu y alberga valiosos órganos y pinturas de la comunidad evangélica.